180º fragmento -Lo que aprendo con mi fisio

Tumbada boca abajo, flexiona las rodillas, plantas de los pies mirando al techo, y deja caer las piernas lateralmente. Se observa claramente que la izquierda no baja igual que lo hace la derecha, y ella, que lo nota, se ríe y dice: “la izquierda no baja más”. Nos reímos los tres.

En la misma línea del “todo cuenta”, una de las cosas que tengo claras es, que a la más mínima molestia que vaya ligeramente a más, llamo a Toni para que de un repaso a lo que está ocurriendo por nuestra maquinaria musculoesquelética. Estamos construyendo, estamos en los cimientos, y es importante no acumular errores que en algún momento haga que la torre se desmorone cuando creíamos estar a punto de tocar la cima.

Sin prisas. Le repito. Aun seguimos jugando, poco a poco se irá complicando la cosa. Ahora sigamos asentando las bases y aprendiendo a cuidarnos.

Una molestia que no se va.

Toni, que antes de empezar, pregunta por lo que pasó antes de todo, antes de que comenzara esa molestia. Un rato para investigar de qué forma pudo aparecer, si hubo algún dolor antes que pudiera estar relacionado, de qué forma se diluye el dolor, cuando duele más, observación en pie, observación en determinadas posiciones… Es, sin lugar a dudas, el fisio que más me ha gustado de los que he conocido. Y es que a pesar de su juventud, muestra amor y pasión por su trabajo, ganas de aprender, de comprender, sin prisas, escuchando atentamente lo que Daniela le explica, investigando, tratando de integrar todo lo que le va diciendo… Tengo la sensación de que anteriormente, nunca encontré a nadie igual (lo cual no quiere decir que no los haya). En ocasiones anteriores, cuando llegaba al fisio, casi me enchufaban directamente a una máquina sin hacer ni si quiera un par de preguntas, pasándose de un paciente a otro, sin tratar de encontrar la causa de mis males, y tratando solamente la consecuencia.

Con Toni buscamos la causa, tratamos la consecuencia, y diseñamos ejercicios para mejorar y prevenir esa molestia o lesión, devolviendo al cuerpo el equilibrio que había perdido por algún motivo que tratamos de identificar para que no se vuelva a repetir. Y de momento funciona. Y muy bien.

Yo he ido incorporando ciertos ejercicios a mi rutina de calentamiento teniendo en cuenta todo lo que hemos ido observando, hasta tal punto, que casi he aprendido a identificar muchas molestias que se repetían, y actuar para prevenirlas, lo cual es una gran ventaja, porque con el poco tiempo que hay, no tengo que visitarlo nada más que de vez en cuando (mucho menos de lo que me gustaría, que muchas veces no me vendría mal “una descarga”)

Revisamos cadenas cinéticas. Daniela tiene un poco de valgo en pie izquierdo y probablemente haga un poco de anteversión de la cadera, de ahí la molestia en la inserción de la cintilla y la contractura del piriforme… (o algo así he creído entender). Todo encaja, todo tiene remedio.

A una semana de viajar a Atapuerca, algo haremos para que llegue divina y disfrute del cross.

Descanso, nutrición, recuperarse de las molestias/lesiones, y entrenar. Nada más, y nada menos.

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