Quiero dar las gracias por este diploma, que me parece que tiene que ir más allá de reconocer un récord del mundo del atletismo máster.
Los agradecimientos no necesariamente tienen que ir en orden de importancia, sería imposible repartir la responsabilidad de cada una de las personas que tienen algo que ver con que hoy esté yo aquí, y más bien podría decirse que todas, de alguna manera, han jugado un papel en el mismo o en diferentes momentos, sin que esto suponga ni si quiera el final del camino, sino solamente una parte de él.
La prioridad, en un principio, fue que mis hijas hicieran del deporte parte inseparable de sus vidas, al igual que lo son sus estudios o su educación en casa, como parte del desarrollo integral que debe tener cada individuo, para hacerlo de la forma más plena posible, adquiriendo herramientas que faciliten su vida, la resolución de problemas, de conflictos, pero también el manejo del estrés y de la frustración, y como no, que fomenten la cultura del esfuerzo, tan imprescindible para alcanzar los objetivos que se propongan.
En esa educación en el deporte, heredada de mi madre y mi padre, queríamos mi marido y yo que estuvieran nuestras hijas, y en un momento, en el que sentí envidia y necesidad de dar ejemplo, me bajé de nuevo a la pista de tartán, en lugar de permanecer en la grada.
Agradezco, por tanto, a mis hijas, haber despertado ese interés que permanecía dormido.
El siguiente agradecimiento es para mí, que a pesar de las dificultades iniciales de un cuerpo que había olvidado la actividad física intensa, supe persistir hasta educarlo de nuevo, alcanzando poco a poco metas que ni si quiera me había planteado poder alcanzar. Y es que, aunque conseguir triunfos públicos en el atletismo no sea un fin en sí mismo, sí que el afán de superación se contagia a las facetas más importantes de mi vida, a mi profesión como médica, y a mi familia.
Agradezco a mi marido, a Alejandro, estar al pie del cañón para que yo de rienda suelta a mi afición, quitándole más horas de las que había pensado que quitaría, pero también sumergiéndolo en un mundo antes desconocido para él, al que se ha adaptado hasta hacerlo suyo, disfrutando tanto o más que nosotras.
En el camino de intentar seguir mejorando investigando los límites, me encontré con Roberto. Estoy convencida de que sin él cualquier logro atlético no habría sido posible, y es que es él el artífice de tanta mejoría, el encargado de realizarme un traje a medida cada semana, incluso a veces cada día, para sacar lo mejor que este cuerpo pueda ofrecer. Así que no puedo estar más agradecida por su implicación desinteresada y por la alegría compartida por las metas que vamos alcanzando. Ahora es además el entrenador de mi hija, y vamos haciendo camino (que este sí que tiene futuro).
Agradezco haberme encontrado con Manolo, porque entrenar se hace duro cada día de la semana, y él lo sabe, ambos lo sabemos, y siempre estamos dispuestos a tirar el uno del otro aunque nuestros entrenamientos no tenga mucho que ver.
Uno de los motivos fundamentales para haber seguido mejorando a pesar de la edad cronológica, es que Enrique me llamara para formar parte de las filas del Trops Cueva de Nerja. Eso fue un estímulo que me catapultó y me permitió competir con la élite nacional absoluta en las competiciones por equipos, y donde además he tenido la oportunidad de sentirme parte de una familia muy grande enamorada de este deporte.
Gracias a los que estuvisteis conmigo en el regreso a las pistas y me seguís acompañando en este camino, que aunque ahora sea secundario en mi vida, no ha dejado de darme alegrías desde que empecé; a toda la familia atlética almeriense; a todos los que disfrutan y luchan por dar visibilidad a este deporte, que siendo el deporte por excelencia, el deporte de deportes, el que aúna todos los valores del olimpismo, en demasiadas ocasiones no tiene el reconocimiento ni la promoción que merece.
Y para finalizar, gracias a la EMA, a Jaime Ferret por sus felicitaciones y por contactar conmigo y hacer posible este día, y al Ayuntamiento de Almería, especialmente a Juanjo Segura y la alcaldesa, Mª del Mar Vázquez, por este reconocimiento, que me gustaría que fuera sobre todo un reconocimiento para el atletismo de Almería. Espero que sirva de estímulo para muchos jóvenes atletas, con toda una carrera deportiva por delante; para los que ya no son tan jóvenes, pero desean practicar nuestro deporte; y para que la Concejalía de Deportes siga apostando por el atletismo, incluso más aun, que es el mejor deporte del mundo.