378º fragmento -Pocas cosas son dramas reales

Esto no es un drama.

Al menos me resultó fácil pensar así cuando vi las cuatro ruedas del coche intactas después del evidente destrozo de las dos lunas laterales, interior del habitáculo desordenado, y puertas del coche abiertas. Por cierto, el portátil intacto en el maletero.

El día anterior había escuchado a Víctor Kupper como parte de una charla motivadora del congreso de la SEED en Valencia, antes de volar a Málaga para ver como Martina, sobreponiéndose a dos nulos en 2.30 m, terminaba colgándose la medalla de oro con 2.45 m, su mejor marca personal.

El coche podía circular.

Estábamos al norte de Madrid, en la Cabrera, donde habíamos decidido pasar la noche para no meternos la paliza del tirón a Atapuerca, donde al día siguiente se celebraba el campeonato de España de clubes de cross.

Daniela corría a las 9.55, imposible llegar. Había que esperar a la guardia civil y la policía judicial. 15 coches destrozaos en un acto vandálico en un aparcamiento video-vigilado (las cámaras no funcionaban) de un pueblo de lo más tranquilo.

Yo corría a las 14 h a dos horas de donde estábamos, y aun había una esperanza, tirando un poco de la ayuda de la gente del pueblo y de ingenio para tapar las ventanillas de alguna forma, para poder seguir circulando con los dedos cruzados para que no nos dejaran inmovilizado el coche.

“Fabricamos” hasta una especie de ventana para poder ver el espejo retrovisor con la ayuda de un plástico que el frutero del pueblo nos dio.

Cuando lo pensaba el miércoles intentaba convencerme de que la locura no era tanta.

Dos días de congreso de endoscopias en Valencia, un vuelo a Málaga, un concurso de pértiga, un viaje a Burgos, correr en Atapuerca a 3 grados con el cierzo soplando a tope, y vuelta a casa para trabajar al día siguiente.

No contaba con el ruido tremendo de las ventanillas rota tapadas por plástico y cartón.

No contaba con el cansancio acumulado.

Y el lunes por la mañana, no contaba con que para quitar lista de espera tenía una tarde de endoscopias de última hora de la que tenía noticia por primera vez mientras la dirección médica hablaba de los objetivos que aun podíamos conseguir.

Ni si quiera todo eso es un drama. Ya lo decía Amelia, enfermera de endoscopias que nos cambió por un centro de salud que seguro salió ganando. Es nuestra obligación vivir con alegría. No tenemos derecho a estar mustios ni malhumorados.

A mi alrededor veo dramas reales a diario, pero incluso en esas circunstancias, en situaciones de lo más surrealistas y tremendas que te puedas imaginar, encuentras a quien prefiere enfrentar la realidad con entereza y alegría. Con esperanza. Habrá momentos de pataleo, de indignación, de querer gritar al mundo… pero que se pasen rápido, porque ni solucionan nada, ni te hacen sentir mejor.

Como dice Daniela, este fin de semana quedará en nuestro recuerdo y se lo contaremos a los nietos como una super aventura.

Martina primera de Andalucía Oriental en pértiga. Con baile de la victoria incluido.

Daniela 36 en el campeonato de España de clubes de cross (más de 300 participantes). No la pudimos ver.

Yo disfruté y sufrí la primera posta que me tocó de un relevo mixto en el que quedamos quintos de España. Llegué justo para empezar a calentar. Suerte.

Para el recuerdo. Sin dramas. Hoy me han arreglado las ventanillas.

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